Jenny said, when she was just five years old
You know there's nothin' happening at all
Every time she put on the radio
There was nothin' goin' down at all
Not at all
One fine mornin', she puts on a New York station
And she couldn't believe what she heard at all
- Lou Reed
I. Sonido y Música
El sonido es ambiente. El mundo es el paisaje sonoro en el que estamos inmersos, y afecta cómo nos sentimos y cómo percibimos nuestro entorno a veces más de lo que sabemos. Es un mar de emoción primigenia que a menudo absorbemos inconscientemente sin aplicar nuestras facultades críticas para comprender cómo lo que escuchamos afecta lo que sentimos y pensamos. Según Marshall McLuhan, "En un universo acústico uno siente la esencia, mientras que en un universo visual uno ve categorías y jerarquías". En otras palabras, sentimos el sonido más que lo analizamos. David Byrne nos recuerda algo que todos sabemos intuitivamente, que nuestras historias musicales y nuestras respuestas emocionales a lo que hemos escuchado nos ayudan a moldearnos como personas:
"Una gran cantidad de asociaciones musicales rebotan en nuestras cabezas, vinculándose a recuerdos y sentimientos recurrentes que, después de un tiempo, facilitan la creación y el refuerzo de vías neuronales específicas. Estas vías nos ayudan a dar sentido a esas experiencias. Nos hacen quienes somos."
Porque la música evoca emoción, tiene significado. Es una de las razones por las que recordamos las canciones y por las que las personas asocian determinadas canciones o tipos de música con eventos como rupturas románticas o periodos de su vida como sus años universitarios. Debido a que estas canciones a menudo tienen resonancias emocionales similares para nuestros amigos o los grupos sociales que compartieron estas experiencias con nosotros, fortalecen las relaciones entre las personas y los grupos. Byrne escribe,
Podemos usar la música (o, para bien o para mal, otros pueden usarla) para regular nuestras emociones. Podemos animarnos a nosotros mismos (o a los demás), o calmar a los demás (o a nosotros mismos). Podemos utilizar la música para ayudarnos a integrarnos en un equipo, a actuar en concordancia con un grupo. La música aglutina la sociedad: mantiene unidas a familias, naciones, culturas y comunidades.
Debido a que es tan omnipresente, y que une a las personas de muchas maneras diferentes en sociedades y comunidades en todo el mundo, concluye: "Sin música, el tejido social mismo se rompería y los vínculos entre nosotros se desmoronarían". Tal vez eso sea una exageración por parte de alguien para quien la música es una parte central de la vida. ¿Las personas sordas son incapaces de vincularse o integrarse en la sociedad? No creo. Pero es cierto que el sonido es el éter por el que la mayoría de nosotros nos movemos todos los días, y nos afecta mucho.
II. La Voz
Según Michel Chion, en el océano de sonido que nos rodea, los seres humanos están condicionados a distinguir la voz humana y las palabras que se pronuncian por encima de todo. Debido a que las palabras comunican ideas e información que podríamos necesitar, se les da prioridad. David Byrne nos recuerda que tenemos la capacidad de seleccionar lo que queremos oír y escucharlo incluso cuando estamos en un entorno ruidoso en el que hay mucho compitiendo por nuestra atención. Lo que más escuchamos es la voz que nos habla o que nos provee información de interés. Estamos tan sintonizados con las voces que a veces podemos identificar la voz de un amigo al escucharlo decir una sola palabra. Recordamos las letras de las canciones y las cantamos con sentimiento, a menudo empatizando con un cantante que asumimos está confesando detalles íntimos y emociones asociadas con sus propias experiencias, incluso cuando puede haber estado cantando una canción escrita por otra persona. Respondemos a las cualidades vocales de los cantantes que amamos, y las emociones que transmiten, y con frecuencia los imitamos. Byrne escribe,
Parte de lo que hace que las palabras funcionen en una canción es cómo suenan al oído y cómo se sienten en la lengua. Si se sienten bien fisiológicamente, si la lengua del cantante y las neuronas espejo del oyente resuenan con las palabras que salen, eso impacta más que el sentido literal, aunque el sentido literal también vale. Si las hipótesis neurológicas recientes sobre las neuronas espejo son correctas, entonces se podría decir que "cantamos" empáticamente, tanto con nuestra mente como con las neuronas que activan nuestros músculos vocales y del diafragma, cuando escuchamos y vemos cantar a otra persona. En este sentido, ver y escuchar alguien cantar es siempre una actividad participativa. El acto de escribir la letra es ciertamente parte de la composición de canciones, pero la prueba está en ver cómo se siente cuando se canta. Si el sonido es falso, el oyente sabrá.
III. Radio Libre: Rock n' Roll y la Voz del DJ
En la radio de formato libre que comenzó a emerger en los años 60 y 70, la voz de los DJ que tocaban rock n' roll y hablaban constantemente sobre lo que tocaban formaba, junto con la música, un paisaje sonoro con una resonancia emocional particular para los oyentes. A menudo, estos DJ pensaban en lo que hacían como llevar a los oyentes en un viaje en que compartían la música que amaban, a la vez complementándola con sus propias reflexiones filosóficas, así creando un paisaje sonoro sensorial. Una de los primeras en hacer esto fue Alison Steele quien, a partir de 1968, tenía un programa de radio que duró toda la noche en WNEW en Nueva York. Aprovechando la intimidad de estas horas de la noche, creó un ambiente místico para una audiencia que podemos visualizar como oyentes solitarios, solos en sus habitaciones, como puntos de luz esparcidos a través del paisaje nocturno. Steele comenzaba cada programa con el sonido de una flauta andina que creaba el ambiente, y una introducción poética como esta:
El aleteo de las alas, la sombra sobre la luna, los sonidos de la noche, mientras el Pájaro Nocturno extiende sus alas y se eleva sobre la tierra, hacia otro nivel de comprensión donde existimos solo para sentir. Ven, vuela conmigo, Alison Steele, el Pájaro Nocturno, en WNEW-FM, hasta el amanecer.
El programa de Vin Scelsa en WNEW adquirió el nombre de Idiot's Delight, tal vez como una forma autodespectiva de afirmar su derecho a tocar cualquier música o hablar sobre cualquier cosa que se le ocurra. Scelsa había comenzado en la estación de rock WPLJ, la primera estación de Nueva York en dedicarse seriamente a tocar rock and roll en lugar de solamente música popular. Cuando WPLJ comenzó a restringir lo que los DJ podían tocar en 1973, Scelsa se mudó a WNEW. Cuando WNEW hizo lo mismo en 1982, se mudó a K-Rock hasta 1996 cuando regresó a WNEW. Allí tenía un programa los domingos por la noche que se suponía que iba desde las 8 hasta las 2 a.m. En realidad terminó cuando Scelsa decidió hacerlo. Los oyentes del programa eran tan leales que Scelsa comenzó a organizar reuniones de los fanáticos. Luego trabajó en varias otras estaciones de radio. Finalmente se jubiló en 2015, mucho después de la mayoría de los otros DJ de formato libre.
Estos programas de radio eran mejores en el medio de la noche cuando los DJ tenían más libertad para hacer lo que quisieran. Cada uno tenía su propia personalidad y gusto particular, y tocaban la música que les gustaba. A Jonathan Schwartz, por ejemplo, le gustaban cantantes como Frank Sinatra y los tocó incluso en un programa que se suponía que era de rock n' roll. Más tarde se fue a trabajar en una emisora de jazz. Los mejores DJs eran a menudo los mayores fans de los artistas que tocaban. A veces, los artistas visitaban los estudios, y estas visitas no se sentían como las paradas en una gira publicitaria organizada por una compañía discográfica que se volvieron comunes más tarde, sino más bien como encuentros no programados entre mentes similares en los que la conversación y la música tocada podían ir en cualquier dirección. Si un programa de radio podía durar toda la noche, un músico podía aparecer cuando quisiera y quedarse hasta que decidiera irse.
Perdí la pista de estos DJs cuando me fui de Nueva York. Mucho más tarde, cuando comencé a escuchar emisoras de radio en línea, comencé a escuchar BBC6 regularmente, especialmente el Sunday Service de Jarvis Cocker y luego Cerys
Matthews. Ambos eran músicos que hacían programas semanales los domingos. El poeta de performance punk inglés John Cooper Clarke a veces reemplazaba a Cocker. También escuché a Iggy Pop, y a Lou Reed tocar discos en BBC6. La sesión de Lou Reed fue de hace bastantes años. Lou y el amigo con el que estaba pasando el rato parecían completamente arrebatados. Tocaron tremendo rock and roll.
Finalmente, Jarvis Cocker dejó BBC6 para volver a tocar música. En los últimos años, después de Cocker, BB6 ha presentado una serie de artistas en residencia. Invitan a
músicos a diseñar una serie de programas. En cada uno, el artista toca música que ha sido importante para su formación personal. Cada programa tiene un tema. Los artistas invitados han incluido a St. Vincent, Phoebe Bridgers, Arlo Parks, Wolf Alice, el artista queer y negro Mykki Blanco y otros. Algunos son muy jóvenes. Otros tienen trayectorias más largas pero son artistas independientes, nunca superestrellas conocidas por todos en todas partes. Esta serie me ayuda a apreciar mejor a artistas que no conozco muy bien o quizás no conozco en absoluto. Lego a saber cuales son los diferentes tipos de música que han absorbido, su significado para ellos, y como han
contribuido al desarrollo de sus estilos musicales. La gran variedad temática de los programas de Mykki Blanco, por ejemplo, fue muy interesante en este sentido. Me hizo apreciar a artistas, algunos de los cuales quizás no hubiera escogido escuchar, y algunos que no conocía en absoluto, desde la perspectiva de Mykki. Tenían títulos como Honey Baby Toffee, que presentaba "música dulce y atrevida para sentirse bien por las noches" de artistas como Miley Cyrus, Daft Punk y Lady Gaga; Art Dad, que presentaba clásicos del art rock; A Touch of Paisly, que presentaba música hippie y psicodélica. y Theydies & Gentlemen, que contó con artistas no binarios, trans y de género no conforme. Cuando el DJ invitado fue el actor irlandés Cillian Murphy, me enteré de que Cillian había comenzado como músico y, al igual que Johnny Depp, solo se convirtió en actor cuando su carrera musical no progresó. También aprendí mucho sobre la música irlandesa.
Claramente, para estos DJ invitados. no se trata de tener un empleo Se trata de poder diseñar un programa según sus propios gustos idiosincrásicos. Los músicos reales son siempre los primeros en descubrir lo que el resto del mundo a lo mejor descubriría más tarde. Y a los músicos les encanta hablar de la música que les gusta. Cada show es un río sonoro en el que la música se entrelaza con la voz del DJ. Cada canción que escuchas está enmarcada y puesta en contexto. No recuerdo exactamente cómo descubrí a Zamrock, la efímera escena del rock and roll en Zambia en la década de 1970, y bandas zambianas como WITCH, o bandas soviéticas de la década de 1980 como Kino, pero estoy bastante seguro de que fue mientras escuchaba programas como estos en BBC6.
En estos días estoy escuchando episodios del programa nocturno Snap de Deidre O'Donohue en la estación KCRW de Los Ángeles. O'Donohue fue un DJ durante la
década de los 80 y, además de tocar música, entrevistó a artistas como Brian Eno, Robert Fripp, Sonic Youth, Tom Verlaine y muchos otros. Al igual que otros DJs de estilo libre, Vin Scelsa por ejemplo, tuvo que luchar para seguir haciendo el tipo de radio que amaba. Fue despedida dos veces por no cumplir con las políticas de la emisora. Los programas de O'Donoghue son un chorro apasionado de palabras y música. Nunca dejó de hablar de por qué le encantaban las canciones que tocaba o los músicos a los que entrevistaba. Y los músicos la amaban también. En un programa, Michael Stipe de REM la llamó por larga distancia desde Georgia, en un momento en que las llamadas de larga distancia eran caras, para apoyar el programa durante una campaña de recaudación de fondos, y le dijo sin pensarlo dos veces: "Te amo, Deirdre".
En Cincinnati, me gusta escuchar WAIF, una emisora de radio comunitaria que tiene programas creados por personas reales que viven en el área de Cincinnati y, por lo tanto, refleja una amplia variedad de gustos e intereses. Hay programación en alemán con música tradicional alemana, gospel, reggae, un programa de estudios bíblicos, el programa de la Nación del Islam, Heavy Metal, Big Band, R & B, Blues y más. Me gusta DJ Julie. Ella toca buen rock n' roll. Hace un tiempo, sintonicé al azar otro programa y escuché una conversación sobre la escena del rock and roll en Leeds, que no es tan conocida como la escena de Manchester, entre el DJ y un amigo suyo que visitaba desde Leeds.
Robin James es una filósofo nacida en Cincinnati que escribe sobre la música. Su nuevo libro se llama Bam! El futuro del rock & roll: 97X WOXY y la lucha por la verdadera independencia. Esta es la descripción del libro:
En 1983, una emisora de radio en Ohio llamada WOXY lanzó una disrupción sónica tanto para el rock corporativo como para su región de origen conservadora, programando una gama omnívora de géneros y artistas mientras se quedaba firmemente comprometida con el arte y los medios independientes locales. En la década de 1990, cuando el rock alternativo volvió más aceptado por las masas y la radio se volvió cada vez más homogénea, WOXY ganó renombre internacional como una de las "últimas grandes emisoras independientes" según Rolling Stone. La emisora encarnaba una filosofía que priorizaba tal independencia: la idea de que los desafíos a la norma verdaderamente progresivos, transgresores y futuristas eran posibles solamente cuando se practicaban con y para otras personas.
El libro se presentará en la Biblioteca Mercantil de Cincinnati el jueves 11 de mayo. James estará allí junto con dos de los DJ de WOXY, Dave Tellmann y Damian Dotterweich. Pienso ir.
En todas partes, la tendencia ha sido apropiarse de la programación de las emisoras de radio, estandarizarla y centralizar las operaciones. En las emisoras de iHeart, la cadena más grande de los EE. UU., escucharás muchos de los mismos programas, no importa dónde estés en los EE. UU. ,programas creados lejos de donde tu vives.
No me interesan mucho las emisoras con programación reciclada o los servicios de streaming con algoritmos que se adapten a lo que sea mi gusto en este momento, y que me ponen canciones que ya he escuchado un millón de veces. Dime algo que no sepa. Tócame algo que no he escuchado, y dime por qué te gusta. Sé tu mismo y haz lo que te de la gana. Quiero escuchar la voz del DJ.
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